“Sin duda no hay progreso”
Charles Darwin. Naturalista Inglés y padre de la teoría de la evolución.
Todos hemos oído hablar de Charles Darwin y conocemos su teoría de la evolución. A grandes rasgos explica que la supervivencia de las especies esta condicionada por su adaptación al medio ambiente, derivada del efecto combinado de la selección natural y de mutaciones aleatorias.
¿Qué tiene que ver esto con la formación? Bien, dado que es improbable que una mutación espontánea genere empleados más cualificados, quiero centrarme en el primer punto de su teoría: “los individuos mejor dotados y con modificaciones favorables para hacer frente al medio ambiente tienen más posibilidades de sobrevivir”.
Las ventajas evolutivas son evidentes al observar los afilados colmillos de un tigre o el caparazón de la tortuga, pero respecto a los humanos son resultado de la extraordinaria capacidad creativa de nuestro cerebro.
Desafortunadamente hemos sufrido la colisión de un meteorito económico. Las empresas desaparecen y la lista de desempleados crece precipitadamente. Surgen dos realidades evidentes…